Volví a soñar contigo. Volví a ver tu cara, tu cuerpo, tu mirada en mí. Volví a tenerte cerca. Vi cómo tocabas a alguien más, cómo besabas a alguien más. Te lloré y te supliqué que no lo hicieras, que no te enamoraras de alguien más que no fuese yo. Me alejaste, me confirmaste que ya no me amabas, que me habías olvidado y me volví loca. Grité y me derrumbé frente a ti, por un futuro cercano o lejano, porque sé que en realidad después encontrarás a alguien más, y yo ya no seré nada para ti.
Me desperté agitada y con la cara sabor a sal. Y aquí estoy, fingiendo que ya no te extraño, con los recuerdos tornándose borrosos, distorsionados. Con el olor de tu sudor un poco confuso, anhelando tus labios sabor a quién sabe qué. Exigiendo tus dedos rasposos y tus hombros suaves, recordando tus lunares y adivinando en dónde se posaban sobre tu cuerpo.
Volví a lo mismo, pero sin ti.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario