viernes, 7 de agosto de 2020

¿Ya es hora?

Ya no me duele, ya no me duele mi existencia, ya no me duelen los recuerdos, ya no me duele la carencia, ya no me duelen las palabras.
Ya nada me duele, pero nada me hace feliz. Me he rendido, es lo único que sé, que me he rendido en esta vida. Que no aspiro ni espero nada, que no necesito nada. No necesito vivir, no necesito respirar, no necesito hacer, no necesito caminar. Mis pies me arrastran y mis piernas flaquean, mis brazos se entumecen y mis manos tiemblan. El cuerpo y la vida me pesan. 
¿El karma me está reclamando todas? ¿O será que yo se las estoy entregando a voluntad propia?
Creo que estoy por terminar mis deudas porque hasta con el alma estoy pagando. Te entrego mis pestañas, mis uñas carcomidas y mis muñecas adoloridas. Toma todo lo que quieras, pues ya no me queda nada, nada por perder y mucho menos por ganar. 
Tómalo ya. Que ya no quiero nada.